La arquitectura de la corrupción
El
día 16 de marzo del 2018, el diario español “El Pais”, publicó un artículo
firmado por el autor David Marcial Pérez, en el que vincula la práctica del
arquitecto con los casos de corrupción en México. Al menos dos casos notables
se hacen presentes dentro del texto, el rancho Las mesas, propiedad embargada al exgobernador Javier Duarte,
acusado por el uso indebido de los recursos del estado, y la Casa Blanca una propiedad de la primera
dama Angélica Rivera y que pone en entre dicho las relaciones de contratistas
con grupos políticos y el beneficio preferencial que reciben.
Si
bien es cierto que hay demasiados casos similares, donde el arquitecto es
invitado a colaborar de manera directa y realizar un diseño completamente libre
o sin la limitación de un presupuesto, es pertinente decir que esto se reduce a
pequeños grupos, por lo que no es una práctica común de todo profesional de la
arquitectura.
También
es pertinente aclarar que se ha vuelto un hecho común el recurrir a la
corrupción para la obtención de alguna preferencia a la hora de licitar o ser
beneficiados de manera constante, además de realizar modificaciones al proyecto
que bajan la calidad del mismo y merman su vida útil. Y es necesario crear
candados que nieguen la posibilidad de realizar dichos actos, y permitan una
competencia sana y beneficiosa para el futuro usuario de dichas obras.
Además,
cabe señalar que en el texto hace referencia al un hecho ético el prestarse a
realizar obras a “personas corruptas” o “dentro de actos de corrupción”, sin
embargo, la realización de un diseño o construcción dentro de esas
circunstancias no es un acto delictivo en sí. Por lo que, por ejemplo, en el
caso del arquitecto Manuel Cervantes, diseñador del rancho Las Mesas, ¿Puede
ser señalado por realizar su trabajo? A titulo personal, no. Sin embargo, si
puede ser señalado de por vida, de carecer de ética profesional.
Y
es aquí donde surge el dilema ¿Hasta que punto es responsabilidad ética de un
arquitecto realizar una obra a personajes de “dudosa moral”?
Aquí cabe tomar dos posturas, o te haces de la vista gorda y decides trabajar con personas que tal vez no tengan una posición limpia frente a la gente-, y la otra decir: "muchas gracias" dar la vuelta y sin llamar la atención desaparecer de ese circulo social, le primera aunque duela mucho decirlo te dejaría mucho dinero de por medio y definitivamente una carpeta de clientes mas amplia (¿aunque, que clientes?) y la segunda definitivamente no te daria que comer.
ResponderEliminardebemos tener claro un ideal y no se uno mas del monton.
ResponderEliminarSin duda entra en gran parte la moral como personas que estamos al servicio
ResponderEliminarLa pregunta se reduce a un simple: " entrarle al aro o no". Se sabe perfectamente que la situación es difícil en la actualidad y colaborar en un proyecto con tales características enriquece el bolsillo de manera significativa, pero ¿es mas importante el dinero o la moral ?.
ResponderEliminarDinero o moral , es importante definir nuestros ideales
ResponderEliminarEs una reflexión importante para cada quien, y a veces no está bien juzgar a las personas por las decisiones que tome porque no sabemos que hay detrás de ello, sin embargo yo estoy en el team de respetar mis valores y la profesión.
ResponderEliminarExelente punto de vista. muy interesante la informacion Arq. me agrada tu forma de mandar. exelente dia.
ResponderEliminarCreo que como dicen a veces nadie sabe para quien trabaja, quizá el arquitecto por una parte esta exento de casos de corrupción como ese, la arquitectura se tiene que tomar desde otro punto de vista.
ResponderEliminarSimplemente ética profesional
ResponderEliminarLa ética sobre las ganancias...
ResponderEliminarSer o no ser parte de la cadena de corrupción. Ahi no hay dilema
ResponderEliminarESTO DEPENDE SIEMPRE DE LAS PERSONAS CON LAS QUE NOS RODEMOS Y DE SI TENEMOS UN PENSAMIENTO ES MUY DIFÍCIL HACERLO CAMBIAR.
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